Socio Laboral

QUE ES EMPRENDIMIENTO
¿Cómo empezar?
A todos alguna vez se nos habrá pasado por la cabeza crear nuestra propia empresa, pero seguramente muchos hemos pensado ¿cómo empiezo? ¿Cuál es el primer paso? ¿Qué tengo que hacer? Pues bien, el objetivo de este sitio es precisamente orientar al emprendedor en las cuestiones importantes que debe de contemplar a fin de que tenga meditados y previstos los puntos esenciales para su futura empresa. Cada iniciativa también, por ello, es necesario dejar claros varios aspectos. Para comenzar, no hay soluciones estándar, lo que es bueno para unos puede ser nefasto para otros y las estrategias adecuadas en un determinado momento y para una iniciativa concreta, pueden resultar inadecuadas para otros.
 Conclusión, no hay una fórmula mágica del éxito. Las acciones y elecciones se deben tomar tras un análisis de la situación individual, si no es así, se comienza mal a caminar. Por otro lado, ser emprendedor puede ser una experiencia muy satisfactoria, Crear y hacer crecer algo propio, con nuestras decisiones y esfuerzo, puede resultar muy enriquecedor y, a medio plazo, rentable, pues lógicamente tenemos que mantenernos y vivir. Para ello, lo ideal es que el emprendedor tenga un espíritu vocacional y sea eso lo que le guíe a lo largo de su aventura empresarial.
Emprender por cuenta propia porque no queda más remedio siempre es peor lugar de salida que emprender porque es lo que uno verdaderamente desea. El emprendedor precisa de un carácter especial donde la ilusión sea el impulso principal de la iniciativa, sin ella, no habrá recompensa, ni personal ni de otro tipo. Si uno emprende porque “no tiene otro remedio” entonces debe cambiar su forma de pensar, debe ver su futura iniciativa no como la última salida sino como una estupenda oportunidad de hacer lo que quiere hacer y de tener algo propio que perdure y sea el producto de su esfuerzo y su capacidad. Si la ilusión es la base, cuando vengan los tiempos duros el edificio aguantará.

PARA QUÉ SIRVE EL EMPRENDIMIENTO
Al emprendimiento empresarial se le había restado importancia, pero actualmente se le ve como una posibilidad de alcanzar al progreso en las naciones en vía de desarrollo. Entre las ventajas que tiene el emprendimiento empresarial, encontramos: la posibilidad que tiene el individuo de manejar su propio tiempo y ser su propio jefe, tomar decisiones autónomas, ingresos crecientes, además de que genera empleo.
En los últimos años, la microempresa ha tenido un gran crecimiento, trayendo consigo un aumento del empleo. Debido a las ventajas que aporta la microempresa para el desarrollo de una nación, se han creado muchas entidades gubernamentales y no gubernamentales alrededor del mundo para ofrecer apoyo a este tipo de proyectos.
A pesar de que las estadísticas muestran las ventajas que tiene la microempresa en el desarrollo económico, y que existen un sinnúmero de organizaciones para apoyar estos proyectos, la razón principal por la que muchos no se atreven a emprender una microempresa es el miedo, ¿a qué? Al fracaso, podemos decir que el software mental implantado desde la niñez es estudiar y conseguir un empleo seguro, por lo tanto es de esperarse que la idea de irse por otro camino diferente despierte ciertas dudas, aún así,  lo más importante al emprender una microempresa es tener clara la visión de hacia dónde se quiere llegar, y después crear un plan de acción con respecto a sus metas personales.
Seguramente muchos habrán escuchado historias de éxito de algunos empresarios que comenzaron sin nada y hoy día son muy exitosos. Podríamos citar a muchos, pero el objetivo de este artículo es motivar al lector a investigar sobre el tema y emprender su propio proyecto empresarial. Existen muchas historias de empresarios exitosos, y eso demuestra que aunque existan muchas dificultades en el emprendimiento empresarial, es un camino viable que ya ha sido recorrido por otros, por lo tanto, si otro pudo hacerlo ¿por qué no usted?.


ESPÍRITU  DE EMPRENDEDOR  
Parece que ciertas frases están bastante gastadas en estos tiempos, como que se pretendiera que con ciertos discursos baratos la situación cambiará. Las personas están cada día menos optimistas respecto del futuro y a pesar de las campañas para pensar positivo, la situación nacional y mundial, parecen empeorar.
Nos falta creatividad y espíritu emprendedor para salir del atolladero en el que estamos. Digo como individuos y como sociedad entera.
La creatividad no es un privilegio de algunos. De hecho todos los seres humanos nacemos con esta potencialidad. Viene con el envase. Nuestros juegos infantiles son un ejemplo de esto. Cómo nos arreglamos para jugar e inventar entretenciones con todo tipo de objetos y sin reglas establecidas. Cuando somos niños absorbemos todo lo que se nos atraviesa por delante y estamos ansiosos por aprender y descubrir a cada instante lo maravilloso que es este mundo.
Con el tiempo nos vamos “educando”. La formación escolar, los ritos familiares, los juegos electrónicos, la televisión, etc. contribuyen a encuadrarnos en la sociedad de cosas resueltas por otros y disminuyen nuestro afán de inventar y descubrir. Nos volvemos muy eficientes en esto de ser creativos. No es necesario para sobrevivir. Es menos costoso copiar, comprar, adaptarse y ser “masa”.
Ser emprendedor por naturaleza requiere de inconformismo y de rebeldía, de disgusto por lo “normal”, de una insaciable sed de búsqueda, de mucha curiosidad. Entonces de allí viene la creatividad.
Las ideas surgen de motivaciones por buscarlas. No aparecen solas como un milagro ni por un sueño mágico. Provienen de distintos impulsos y por distintas corrientes. Se siembran y crecen en lugares fértiles para ello.
Hay personas que aparecen como muy ocurrentes e ingeniosas, pero son incapaces de llevar adelante un proyecto, entonces no son verdaderamente emprendedoras, porque para ser emprendedor no basta con ser creativos. Necesariamente se deben llevar adelante los proyectos, tomando riesgos, transformando las simples o complejas ideas en nuevas ofertas para la humanidad, por sencillas que estas sean.
Las personas que tienen una mirada pesimista acerca de su situación actual o futura, difícilmente se sintonizarán con ideas creativas para cambiar su realidad. En cambio aquellos que, sin estar conformes, no se limitan a renegar por sus circunstancias sino que precisamente buscan afanosamente la forma de modificarla, con mayor probabilidad emprenderán en actividades más edificantes para su espíritu creativo y surgirán nuevas ideas para transformar su futuro.